viernes, 9 de agosto de 2013

"Versos de Amor y de Locura" Delfina Acosta





 MADRE

Entre las sábanas enfermas, madre,
te duermes sin saber de mi vigilia.
Escúchame callar en esta hora
de muerte, de silencio y de agonía.
Cuán sana fluye la existencia afuera
con su rumor de rosas encendidas.

Tenía pocas cosas que decirte,
y aquí me tienes vuelta piedra herida.

¿Por qué tuviste la terrible culpa
de haberme dado leche de desdichas?
Recuerdo mi terror a los relámpagos.
Qué eternas esas noches se me hacían.
Caían Dios y rayos pero tú,
tardando, en mi rincón aparecías.
Mi madre loba que te vas muriendo,
he aquí, gimiendo, a tu pequeña cría.

lunes, 29 de julio de 2013

León Felipe (1884)

Yo No se Muchas cosas de verdad.
Digo tan solo lo que he visto .
Y he visto : 
Que los gritos de angustias del hombre los ahogan con cuentos .....
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos ....
Que los huesos de hombre los entierran con cuentos...
y que el miedo del hombre
ha inventado todos los cuentos . 
Yo se muy pocas cosas , es verdad .
Pero me he dormido con todos los cuentos....
Y se todos los cuentos 

miércoles, 19 de junio de 2013

Historia de la Prostitución Segunda parte




  
   Historia de la Prostitución
     En los cincuenta años transcurridos entre 1436 y 1486 se produjeron en la ciudad de Dijon, ciento veinticinco casos de violación cuyo epílogo fue fatalmente el de otras tantas mujeres destinadas a trabajar en los prostíbulos, aún contra su voluntad expresa. Considerando que seguramente muchas de las violaciones  realmente sucedidas pueden no haber sido denunciadas por vergüenza, por temor a las represalias,  o  por  acuerdo económico  con los victimarios, estos atentados deben haber sido muchos más. Convengamos en que si se producían  no menos de veinte violaciones cada año, en relación con las dimensiones poblacionales de las urbes de la época, la cifra resulta muy significativa para determinar el grado de inseguridad reinante. El modus operandi era el siguiente: un grupo de no más de quince muchachones, generalmente menores de veinticinco años, de distintas condiciones sociales (artesanos, jornaleros, etc.) asaltaba la casa de una mujer y "a cara descubierta, mezclando brutalidades y empujones, amenazas e injurias, violan a su presa allí mismo,  a veces delante de uno o dos testigos aterrorizados, o bien arrastran a la mujer por las calles y la arrojan en una casa cómplice donde se dedican a su solaz durante toda la noche" (ibid). Víctimas especialmente elegidas para esta costumbre salvaje eran las concubinas de los clérigos, condición que distaba de ser excepcional ya que el 32% de los bastardos legitimados en Sicilia correspondía a hijos de sacerdotes.
     Los vecinos no intervenían prácticamente nunca, con lo cual el  clima de inseguridad imperante para determinados sectores femeninos de la sociedad resultaba difícilmente tolerable, salvo por la existencia de los prostíbulos, que contribuían a resguardar la integridad de las mujeres que quedaban.
     Las jóvenes de esta manera arrojadas a la prostitución no se sentían culpables de su comercio,  asistían a misa con sus rosarios y  escapularios, se confesaban y eran muy generosas con la limosna. Además, con el tiempo, y luego de pasar por unacarrera que transcurría sucesivamente por la compañía secreta de viejos y ricos, la casa de baños y el burdel municipal, alcanzaban la integración social por medio del trabajo doméstico al servicio de alguna familia, y hasta llegaban a contraer matrimonio.
     Por otro  lado es interesante conocer la composición de la clientela que concurría a  baños públicos y burdeles:  hombres de dieciocho a cuarenta años, de todas las condiciones sociales, hacia quienes el personal de justicia, en sus escritos, no mostraba la menor animadversión. Los hombres casados concurrían a los baños públicos  que eran más caros, mientras en los burdeles de Dijon el 20% de la clientela estaba integrada por clérigos. Al respecto aclara Rossiaud (ibid) que no parece que "el hecho de que los curas frecuentaran a las prostitutas fuera considerado como verdaderamente escandaloso (...).  El objeto de escándalo  -para todos-, era que el cura viviese en concubinato o requiriese los buenos oficios de una celestina". Por cierto que la condena social del cura concubino no era suficiente para erradicar tal pauta entre los sacerdotes alcanzados por los cánones gregorianos (recordemos que en Oriente y en el sur de Italia, los clérigos de rito bizantino se casaban).
  Los jóvenes se veían impulsados socialmente a concurrir al prostíbulo para dar pruebas públicas de  su normalidad social y fisiológica. En pocas palabras, la concurrencia al burdel no era mal vista en ningún caso, salvo que el cliente permaneciera varias noches seguidas en él, "haciendo ostentación".
     El status relativamente positivo de las prostitutas se apoyaba en la  convicción de que, como vimos,  se trataba de una situación obligada y no de una opción, y además,  en la certeza de que las pobres constituían el único reaseguro de la castidad de las demás vecinas de la ciudad. Función derivada no sólo del hecho de concitar hacia el prostíbulo el deseo de los varones, con lo que se controlaba parcialmente el impulso masculino general  dejando a salvo a las demás mujeres, sino también porque se convirtieron en las personas "más activas en la persecución de las muchachas secretas y de las esposas depravadas, a las que amenazaban con la denuncia" (ibid).   
     No hay que sacar  conclusiones apresuradas en cuanto a la tranquilidad en la vida de estas pobres mujeres, ni en cuanto a su aceptación social: cada tanto estallaba una campaña persecutoria, generalmente debida a la interpretación supersticiosa de algún mal colectivo y natural (sequías, inundaciones, malas cosechas, epidemias). Otra razón para que se desencadenara la persecución era el paso por la ciudad de algún predicador inflamado (figura tan común en la época). Generalmente las acusaciones de éstos apuntaban a la brujería, rapto, seducción de jovencitos, etc. ya que "la prostitución o el proxenetismo no constituían de por sí faltas determinantes de una reacción social"(ibid).
     Sea como fuere estos datos nos llevan a pensar que existía una particular facilidad para descargar las tensiones agresivas de la sociedad en el objeto sexual más explícito de la época. De donde podemos concluir, creo que sin abuso especulativo, que en esta etapa histórica tampoco se quebró la continuidad de la línea de las diversas formas de represión sexual.
     Tanto en los períodos anteriores, como en éste que nos ocupa, algunos teólogos intentaron, con gran timidez, rescatar el valor del placer sexual.  Inclusive algunos de ellos, y en muy limitadas circunstancias, insinuaron tolerar la anticoncepción. Fueron suficientes estos trémulos atisbos de liberalidad para que una sociedad que contaba con una fuerte tradición pagana llegara a caracterizarse por una gran permisividad, la cual desaparecería de todas maneras bastante rápidamente durante el Renacimiento, que es, por ejemplo, cuando se manifestó una creciente descalificación y rechazo de la prostitución. La Reforma, con su intransigente austeridad, provocó una reacción convergente en la Iglesia Católica. Reforma y Contrarreforma pusieron contra la pared a  ministros concubinos, prostitutas y proxenetas. Actitud restrictiva que se reforzó con la llegada de la sífilis a Europa. Las pautas rígidas anotadas son, a la vez, pruebas de algunos hábitos sexuales de la época, así los manuales para los confesores incluían preguntas como las mencionadas por Bresc (1988)"¿Has tomado a tu mujer como las bestias, por detrás? (...) ¿Has consumado el acto fuera, para no tener hijos?".
     Según Rossiaud (1984), entonces "la prostitución no murió (...) pero se volvió más cara, más peligrosa y rodeada de relaciones vergonzosas".

Con respecto a otras manifetaciones de la sexualidad, Bresc (ibid) ha señalado la relativa frecuencia de la sodomía en España y en el norte de Italia: "en Venecia se queman de uno a diez sodomitas anuales". El mismo autor comenta:"¿homosexualidad? Sin duda, pero también prácticas sustitutorias llevadas a cabo por grupos más aislados y menos violentos que los de las ciudades rodanianas", aquellas que consideramos al hablar de la prostitución en la Francia medieval.
     La sexualidad extraconyugal  solía conducir  a un concubinato prolongado y monogámico de un noble con una mujer enamorada que así quedaba marcada moral y socialmente, aunque sus hijos, por más que fueran calificados de bastardos podían alcanzar cierto prestigio como para ser considerados "fuertes, violentos, astutos, fogosos en la guerra y en el amor, temidos y respetados" (ibid)
      Insensiblemente nos hemos ido internando en el período que, aceptando la nomenclatura de Shorter (1984), denominaremos de la familia tradicional.
   

lunes, 17 de junio de 2013

Prostitución :Primera Parte

Significado de la palabra 
• El término prostitución proviene del término latino, prostituere, que significa literalmente "exhibir para la venta".
• El término loba como equivalencia de prostituta viene de los ritos producidos en febrero en honor al dios romano de los campos y los pastores, Fauno Luperco (Lupus-lobo). Eran llamadas lobas u originalmente lupas las que ejercían la prostitución sagrada con los sacerdotes de este dios, los luperci, en el Ara Máxima.
• En el panteón romano de deidades una diosa menor de la agricultura era llamada “Puta”, aunque es pura coincidencia.
• Las prostitutas, así como hoy ocultan sus negocios haciéndolos pasar por casas de masajes o los anuncian con luces rojas, en la Edad Media (s.XII) los disimulaban como si se tratara de tabernas, colgando en su puerta un ramo. Por esa razón, las comadres empezaron a llamarlas “rameras”, una palabra que les sonaba más púdica que “prostituta”.
Prostitución en la Historia
• En el tercer milenio antes de Cristo, en Babilonia todas las mujeres tenían la obligación, al menos una vez en su vida, de acudir al santuario de Militta (la Afrodita griega) para practicar sexo con un extranjero como muestra de hospitalidad, a cambio de un pago simbólico. Este rito tiene su origen en la diosa de la cultura sumeria Innana, diosa de la belleza y la sensualidad. Sus sacerdotisas, que se habían consagrado vírgenes al servicio del templo, fornicaban con aquellos que habían dejado en el templo una ofrenda económica a la diosa. En la Biblia hay numerosas referencias a los actos "abominables” de estas sacerdotisas, las canaanitas.
• La divinidad amorosa Innana/Ishtar es la protectora de las prostitutas y de los amoríos extramaritales, que por cierto no tenían connotación especial en Babilonia, ya que el matrimonio era un contrato solemne que perpetuaba la familia como sostén del estado y como generadora de riquezas, pero en el que no se hablaba de amor o de fidelidad amorosa. Así, a los hombres se les permitía ofrecer a sus esposas como pago colateral por un préstamo.
• En la Grecia clásica, la prostitución era practicada tanto por mujeres como por hombres jóvenes. El término griego para la prostitución es porne, derivado del verbo pernemi (vender), lo que derivado en la acepción moderna. Las prostitutas debían vestirse con ropas distintivas y estaban obligadas a pagar impuestos. En la iglesia tenían un lugar reservado e Incluso eran enterradas separadas del resto.

• Se cree que fue en la antigua Atenas donde se estableció el primer burdel, en el siglo VI a.C., como local de negocio (un servicio equivalía al salario medio de un día) en el que no estaba permitida la captación de cliente.
• En Imperio Romano, la prostitución era habitual y había nombres distintos para las mujeres que ejercían la prostitución según su estatus y especialización. Las cuadrantarias eran llamadas así por cobrar un cuadrante (una miseria). Las felatoras eran practicantes expertas de la fellatio (mamar), el acto más degradante.
• En la Roma Clásica, algunos prostitutos masculinos esperaban en las esquinas de los baños a mujeres que solicitaran sus servicios. Según la jerarquía romana de la degradación sexual, un hombre sospechoso de practicar cunnilingus a una mujer se rebajaba más que uno que fuera penetrado por otro hombre. Se le imponía el estatus legal de infame, al mismo nivel que prostitutas, gladiadores y actores, lo cual le impedía votar y representarse a sí mismo ante un tribunal.

• Los egipcios fueron los primeros en prohibir las relaciones carnales con las mujeres nativas o peregrinas domiciliadas en los templos y demás lugares sagrados de la época. En el antiguo Egipto, algunas mujeres, no siempre prostitutas, conocidas como felatrices, se pintaban los labios de un determinado color para dar a conocer su inclinación por esta práctica.
• En la cultura fenicia surgió la celebración de una serie de fiestas o ceremonias en honor de las dos divinidades del amor. En estas fiestas, las mujeres se golpeaban duramente el cuerpo, para más tarde ofrecer sus cabellos a la diosa. Las mujeres que querían conservar su cabellera, con evidente menosprecio de su pudor, abandonaban el templo y se dirigían a una especie de mercado donde sólo tenían acceso ellas, además de los extranjeros. Estaban obligadas a entregarse tantas veces como fueran requeridas. La recaudación de aquel comercio carnal se destinaba a adquirir ofrendas para las imágenes de la diosa. Con el tiempo adquirió un sentido comercial que se extendió por todo el mediterráneo.
• En el siglo IX, Carlo Magno ordenó el cierre de todos los establecimientos donde a las mujeres se les permitía tener relaciones sexuales promiscuas y dispuso el destierro de las prostitutas. Pero dada la gran corrupción, las medidas legales resultaban inocuas. Durante las Cruzadas, las mujeres libertinas se vestían de hombres para poder viajar junto a los ejércitos, y así ofrecerles al anochecer sus servicios.

  •  
• En la Edad Media, la recesión económica hizo que las prostitutas se establecieran en urbes grandes, generalmente villas universitarias, por la gran afición de los estudiantes a sus servicios. Era deber de los rectores vigilar que los estudiantes no frecuentasen los dominios de estas mujeres, aunque tenían muy poco éxito. Las meretrices también acudían con las ferias ambulantes y las grandes fiestas populares, como el carnaval o los torneos.
• En la España de los Austrias (s. XVI), para que una joven pudiese entrar en una mancebía, o casa pública de prostitución, tenía que acreditar con documentos ante el juez de su barrio ser mayor de doce años, haber perdido la virginidad, ser huérfana o haber sido abandonada por la familia, siempre que ésta no fuese noble. El juez procuraba disuadir de sus torcidos intentos a la aspirante con una plática moral, y si no la convencía, le otorgaba un documento, donde la autorizaba para ejercer el infame oficio.


• En la Edad Moderna, entre las gentes acaudaladas y la clase nobiliaria, el hábito de las cenas ostentosas contribuyó a difundir la prostitución con apariencias más puritanas. En las grandes capitales, como Roma o Venecia, el número de cortesanas era tal que tuvo que ser reglamentada administrativamente bajo la dirección de una mujer a quien llamaban "reina", que se encargaba de hacer respetar en forma estricta los reglamentos policiales.

martes, 4 de junio de 2013

A Buen Juez Mejor Testigo

quédase solo un mancebo
de impetuosos ademanes
que se pasea ocultando
entre la capa el semblante.
Los que pasan le contemplan
con decisión de evitarle,
y él contempla a los que pasan
como si a alguien aguardase.
Los tímidos aceleran
los pasos al divisarle,
cual temiendo de seguro
que les proponga un combate ;
y los valientes le miran
cual si sintieran dejarle
sin que libres sus estoques,
en riña sonora dancen.
Una mujer también sola
se viene el llano adelante
la luz del rostro escondida
en tocas y tafetanes.
Mas en lo leve del paso
y en lo flexible del talle
puede a través de los velos
una hermosa adivinarse.
Vase derecha al que aguarda
y él al encuentro la sale
diciendo… cuanto se dicen
en las citas los amantes.
Mas ella galanterías
dejando severa aparte,
así al mancebo interrumpe
en voz decisiva y grave:
-Abreviemos de razones,
Diego Martínez ; mi padre,
que un hombre ha entrado en su ausencia
dentro mi aposento sabe;
y así quien mancha mi honra
con la suya me la lave ;
o dadme mano de esposo,
o libre de vos dejadme
Miróla Diego Martínez
atentamente un instante,
y echando a un lado el embozo,
repuso palabras tales:
-Dentro de un mes, Inés mía,
parto a la guerra de Flandes;
al año estaré de vuelta
y contigo en los altares.
Honra que yo te deduzca
con honra mía se lave,
que por honra vuelven honra
hidalgos que en honra nacen.
-Júralo – exclamó la niña.
-Más que mi palabra. vale
no te valdrá un juramento.
-Diego, la palabra es aire.
-¡Vive Dios que estás tenaz!
Dalo por jurado y baste.
-No me basta, que olvidar
puedes la palabra en Flandes.
-¡Voto a Dios!, ¿qué más pretendes?
-Que a los pies de aquella imagen
lo jures como cristiano
del santo Cristo delante.
Vaciló un poco Martínez,
mas porfiando que jurase
llevólo Inés hacia el templo
que en medio de la vega yace.
Enclavado en un madero,
en duro y postrero trance,
ceñida la sien de espinas,
descolorido el semblante,
víase allí un crucifijo
teñido de negra sangre,
a quien Toledo devota
acude hoy en sus azares.
Ante sus plantas divinas
llegaron ambos amantes,
y haciendo Inés que Martínez
los sagrados pies tocase,
preguntóle
-Diego, ¿juras
a tu vuelta desposarme?
Contestó el mozo
-¡ Sí, juro!
Y ambos del templo se salen.
III
Pasó un día y otro día,
un mes y otro mes pasó
y un año pasado había;
mas de Flandes no volvía
Diego, que a Flandes partió.
Lloraba la bella Inés
su vuelta aguardando en vano;
oraba un mes y otro mes
del crucifijo a los pies
do puso el galán su mano.
Todas las tardes venía
después de traspuesto el sol,
y a Dios llorando pedía
la vuelta del español,
y el español no volvía.
Y siempre al anochecer,
sin dueña y sin escudero,
en un manto una mujer
el campo salía a ver
al alto del Miradero.
¡Ay del triste que consume
su existencia en esperar!
¡Ay del triste que presume
que el duelo con que él se abrume
al ausente ha de pesar!
La esperanza es de los cielos
precioso y funesto don,
pues los amantes desvelos
cambian la esperanza en celos,
que abrasan el corazón.
Si es cierto lo que se espera,
es un consuelo en verdad,
pero siendo una quimera,
en tan frágil realidad
quien espera desespera.
Así Inés desesperaba
sin acabar de esperar,
y su tez se marchitaba,
y su llanto se secaba
para volver a brotar.
En vano a su confesor
pidió remedio o consejo
para aliviar su dolor;
que mal se cura el amor
con las palabras de un viejo.
En vano a Ibán acudía,
llorosa y desconsolada,
el padre no respondía,
que la lengua le tenía
su propia deshonra atada.
Y ambos maldicen su estrella,
callando el padre severo
y suspirando la bella,
porque nació mujer ella,
y el viejo nació altanero.
Dos años al fin pasaron
en esperar y gemir,
y las guerras acabaron,
y los de Flandes tornaron
a sus tierras a vivir.
Pasó un día y otro día,
un mes y otro mes pasó,
y el tercer año corría;
Diego a Flandes se partió,
mas de Flandes no volvía.
Era una tarde serena;
doraba el sol de Occidente
del Tajo la vega amena,
y apoyada en una almena
miraba Inés la corriente.
Iban las tranquilas olas
las riberas azotando
bajo las murallas solas,
musgo, espigas y amapolas
ligeramente doblando.
Algún olmo que escondido
creció entre la yerba blanda,
sobre las aguas tendido
se reflejaba perdido
en su cristalina banda.
Y algún ruiseñor colgado
entre su fresca espesura
daba al aire embalsamado
su cántico regalado
desde la enramada oscura.
Y algún pez con cien colores,
tornasolada la escama,
saltaba a besar las flores
que exhalan gratos olores
a las puntas de una rama.
Y allá en el trémulo fondo
el torreón se dibuja
como el contorno redondo
del hueco sombrío y hondo
que habita nocturna bruja.
Así la niña lloraba
el rigor de su fortuna,
y así la tarde pasaba
y al horizonte trepaba
la consoladora luna.
A lo lejos por el llano
en confuso remolino,
vio de hombres tropel lejano
que en pardo polvo liviano
dejan envuelto el camino.
Bajó Inés del torreón,
y llegando recelosa
a las puertas del Cambrón,
sintió latir zozobrosa,
más inquieto el corazón.
Tan galán como altanero
dejó ver la escasa luz
por bajo el arco primero
un hidalgo caballero
en un caballo andaluz.
Jubón negro acuchillado,
banda azul, lazo en la hombrera,
y sin pluma al diestro lado
el sombrero derribado
tocando con la gorguera.
bombacho gris guarnecido,
bota de ante, espuela de oro,
hierro al cinto suspendido,
y a una cadena prendido,
agudo cuchillo moro.
Vienen tras este jinete,
sobre potros jerezanos,
de lanceros hasta siete,
y en la adarga y coselete
diez peones castellanos.
Asióse a su estribo Inés,
gritando: “¿Diego, eres tú?”
Y él, viéndola de través,
dijo: “¡Voto a Belcebú,
que no me acuerdo quién es!”
Dio la triste un alarido
tal respuesta al escuchar,
y a poco perdió el sentido
sin que más voz ni gemido
volviera en tierra a exhalar..
Frunciendo ambas a dos cejas,
encomendóla a su gente
diciendo: “¡Malditas viejas
que a las mozas malamente
enloquecen con consejas!”
Y aplicando el capitán
a su potro las espuelas,
el rostro a Toledo dan,
y a trote cruzando van
las oscuras callejuelas.
IV
Así por sus altos fines
dispone y permite el cielo
que puedan mudar al hombre
fortuna, poder y tiempo.
A Flandes partió Martínez
de soldado aventurero,
y por su suerte y hazañas
allí capitán le hicieron.
Según alzaba en honores
alzábase en pensamientos,
y tanto ayudó en la guerra
con su valor y altos hechos,
que el mismo rey a su vuelta
le armó en Madrid caballero,
tomándole a su servicio
por capitán de lanceros.
Y otro no fue que Martínez,
quien ha poco entró en Toledo,
tan orgulloso y ufano
cual salió humilde y pequeño.
Ni es otro a quien se dirige,
cobrado el conocimiento,
la amorosa Inés de Vargas,
que vive por él muriendo.
Mas él, que olvidando todo
olvidó su nombre mesmo,
puesto que Diego Martínez
es el capitán don Diego,
ni se ablanda a sus caricias,
ni cura de sus lamentos,
diciendo que son locuras
de gente de poco seso;
que ni él prometió casarse
ni pensó jamás en ello.
¡Tanto mudan a los hombres
fortuna, poder y tiempo!
En vano porfiaba Inés
con amenazas y ruegos;
cuanto más ella importuna,
está Martínez severo.
Abrazada a sus rodillas,
enmarañado el cabello,
la hermosa niña lloraba
prosternada por el suelo.
Mas todo empeño es inútil,
porque el capitán don Diego
no ha de ser Diego Martínez,
como lo era en otro tiempo.
Y así llamando a su gente,
de amor y piedad ajeno
mandóles que a Inés llevaran
de grado o de valimento.
Mas ella antes que la asieran
cesando un punto en su duelo,
así habló, el rostro lloroso
hacia Martínez volviendo:
“Contigo se fue mi honra,
conmigo tu juramento;
pues buenas prendas son ambas
en buen fiel las pesaremos.”
Y la faz descolorida
en la mantilla envolviendo
a pasos desatentados
salióse del aposento.
V
Era entonces en Toledo
por el rey gobernador
el justiciero y valiente
don Pedro Ruiz de Alarcón.
Muchos años por su patria
el buen viejo peleó;
cercenado tiene un brazo,
mas entero el corazón.
La mesa tiene delante,
los jueces en derredor,
los corchetes a la puerta
y en la derecha el bastón.
Está, como presidente
del tribunal superior,
entre un dosel y una alfombra
reclinado en un sillón,
escuchando -con paciencia
la casi asmática voz
con que un tétrico escribano
solfea una apelación.
Los asistentes bostezan
al murmullo arrullador;
los jueces medio dormidos
hacen pliegues al ropón;
los escribanos repasan
sus pergaminos al sol.
Los corchetes a una moza
guiñan en un corredor,
y abajo, en Zocodover,
gritan en discorde son
los que en el mercado venden
lo vendido y el valor.
Una mujer en tal punto,
en faz de gran aflicción,
rojos de llorar los ojos,
ronca de gemir la voz,
suelto el cabello y el manto,
tomó plaza en el salón
diciendo a gritos: “¡Justicia,
jueces; justicia, señor!”
Y a los pies se arroja humilde,
de don Pedro de Alarcón,
en tanto que los curiosos
se agitan alrededor.
Alzóla cortés don Pedro
calmando la confusión
y el tumultuoso murmullo
que esta escena ocasionó,
diciendo
-Mujer, ¿qué quieres?
-Quiero justicia, señor.
-¿De qué?
-De una prenda hurtada.
-¿Qué prenda?
-Mi corazón.
-¿Tú le diste?
-Le presté.
-¿Y no te le han vuelto?
-No.
-¿Tienes testigos?
-Ninguno.
-¿ Y promesa?
-¡Sí, por Dios!
Que al partirse de Toledo
un juramento empeñó.
-¿Quién es él?
-Diego Martínez.
-¿ Noble?
-Y capitán, señor.
-Presentadme al capitán,
que cumplirá si juró.
Quedó en silencio la sala,
y a poco en el corredor
se oyó de botas y espuelas
el acompasado son.
Un portero, levantando
el tapiz, en alta voz
dijo: “El capitán don Diego.
Y entró luego en el salón
Diego Martínez, los ojos
llenos de orgullo y furor.
¿Sois el capitán don Diego
-díjole don Pedro- vos?
Contestó altivo y sereno
Diego Martínez:
-Yo soy.
-¿Conocéis a esta muchacha?
-Ha tres años, salvo error.
-¿Hicísteisla juramento
de ser su marido?
-No.
-¿Juráis no haberlo jurado?
-Sí juro.
-Pues id con Dios.
-¡Mientes! – clamó Inés llorando(
de despecho y de rubor.
-Mujer, ¡piensa lo que dices!
-Digo que miente: juró.
¿Tienes testigos?
-Ninguno.
-Capitán, idos con Dios,
y dispensad. que acusado,
dudara de vuestro honor.
Tornó Martínez la espalda
con brusca satisfacción,
e Inés, que le vio partirse,
resuelta y firme gritó:
-Llamadle, tengo un testigo.
Llamadle otra vez, señor.
Volvió el capitán don Diego,
sentóse Ruiz de Alarcón,
la multitud aquietóse
y la de Vargas siguió:
-Tengo un testigo a quien nunca
faltó verdad ni razón.
-¿Quién?
-Un hombre que de lejos
nuestras palabras oyó
mirándonos desde arriba.
-¿Estaba en algún balcón?
-No, que estaba en un suplicio
donde ha tiempo que expiró.
-¿Luego es muerto?
-No, que vive.
-Estáis loca, ¡vive Dios!
¿Quién fue?
-El Cristo de la Vega
a cuya faz perjuró.
Pusiéronse en pie los jueces
al nombre del Redentor,
escuchando con asombro
tan excelsa apelación.
Reinó un profundo silencio
de sorpresa y de pavor,
y Diego bajó los ojos
de vergüenza y confusión.
Un instante con los jueces
don Pedro en secreto habló,
y levantóse diciendo
con respetuosa voz:
“La ley es ley para todos;
tu testigo es el mejor,
mas para tales testigos
no hay más tribunal que Dios.
Haremos … lo que sepamos;
escribano: al caer el sol,
al Cristo que está en la vega
tomaréis declaración.”
VI
Es una tarde serena,
cuya luz tornasolada
del purpurino horizonte
blandamente se derrama.
Plácido aroma las flores
sus hojas plegando exhalan,
y el céfiro entre perfumes
mece las trémulas alas.
Brillan abajo en el valle
con suave rumor las aguas,
y las aves en la orilla
despidiendo al día cantan.
Allá por el Miradero,
por el Cambrón y Visagra,
confuso tropel de gente
del Tajo a la vega baja.
Vienen delante don Pedro
de Alarcón, Ibán de Vargas,
su hija Inés, los escribanos,
los corchetes y los guardias;
y detrás monjes, hidalgos,
mozas, chicos y canalla.
Otra turba de curiosos
en la vega les aguarda,
cada cual comentariando
el caso según le cuadra.
Entre ellos está Martínez
en apostura bizarra,
calzadas espuelas de oro,
valona de encaje blanca,
bigote a la borgoñesa,
melena desmelenada,
el sombrero guarnecido
con cuatro lazos de plata,
un pie delante del otro,
y el puño en el de la espada.
Los plebeyos de reojo
le miran de entre las capas:
los chicos, al uniforme,
y las mozas a la cara.
Llegado el gobernador
y gente que le acompaña
entraron todos al claustro
que iglesia y patio separa.
Encendieron ante el Cristo
cuatro cirios y una lámpara,
y de hinojos un momento
le rezaron en vox baja.
Está el Cristo de la Vega
la cruz en tierra posada,
los pies alzados del suelo
poco menos que una vara;
hacia la severa imagen
un notario se adelanta,
de modo que con el rostro
al pecho santo llegaba.
A un lado tiene a Martínez,
a otro lado a Inés de Vargas,
detrás al gobernador
con sus jueces y sus guardias.
Después de leer dos veces
la acusación entablada,
el notario a Jesucristo
así demandó en voz alta
“Jesús, Hijo de María,
ante nos esta mañana
citado como testigo
por boca de Inés de Vargas,
¿juráis ser cierto que un día
a vuestras divinas plantas
juró a Inés Diego Martínez
por su mujer desposarla?”
Asida a un brazo desnudo
una mano atarazada
vino a posar en los autos
la seca y hendida palma,
y allá en los aires ¡Sí, juro!,
clamó una voz más que humana.
Alzó la turba medrosa
la vista a la imagen santa…
Los labios tenía abiertos
y una mano desclavada.
CONCLUSIÓN
Las vanidades del mundo
renunció allí mismo Inés,
y espantado de sí propio
Diego Martínez también.
Los escribanos temblando
dieron de esta escena fe,
firmando como testigos
cuantos hubieron poder.
Fundóse un aniversario
y una capilla con él,
y don Pedro de Alarcón
el altar ordenó hacer
donde hasta el tiempo que corre
y en cada año una vez,
con la mano desclavada
el crucifijo se ve.

miércoles, 22 de mayo de 2013

A Buen Juez Mejor Testigo (Segunda Parte)

II
Clara apacible y serena
pasa la siguiente tarde ,
y el sol tocando su ocaso
apaga la luz gigante ;
se ve la Imperial Toledo
dorada por los remates
como una ciudad de grana
coronada de cristales .
El Tajo entre otras rocas
sus anchos cimiento lame ,
dibujando en las arenas
las ondas con que las bate .
Y la cuidad se retracta
en las ondas desiguales
como en prendas de que el rió
tan afanoso las bañe .
a lo lejos en la Vega
tiende galán por sus margenes ,
de sus álamos y huertos
el pintoresco ropaje ;
y porque su altiva gala
mas a los ojos la halague
la salpica con escombros
de castillos y de alcázares .
Un recuerdo en cada piedra
que toda una historia vale ,
cada colina un secreto
de príncipes y galanes .
Aquí se baño la hermosa
por quien dejo un rey culpable
amor ,fama reino y vida
en manos de musulmanes .
Allí recibió Galiana a su receloso amante ,
en esa cuesta que entonces
era un plantel de Azahares .
Allí por aquella torre
que hicieron puerta los árabes
subió el Cid sobre Babieca
con su gente y con su estandarte
de San Servando o ,Cervantes,
donde nada se hizo nunca
y nada al presente se hace .
A este lado esta la alameda
por do saco vigilante
el conde don Peranzules
al rey, que supo una tarde
fingir una tenaz modorra,
que, político y constante
tuvo siempre el brazo quedo
las palmas al horadarle
. Allí esta el circo romano ,
gran cifra de un pueblo grande ,
y aquí ninguna basílica
de bizantinos pilares
que oyó en el primer concilio
las palabras de los padres
que velaron por la Iglesia
perseguida y vacilante .
La sombra en este momento
tiende sus turbios cendales
por todas esas memorias
de las pasadas edades ;
y del Cabrón y Bisagra
los caminos desiguales,
camino a los toledanos
hacia una muralla abren .
Los labradores se acercan
al fuego de sus hogares,
cargados con sus aperos
cargados con sus afanes .
Los ricos y sedentarios
se tornan con paso grave ,
calado el ancho sombrero ,
abrochado los gabanes
y los clérigos y los monjes
y los prelados abades,
sacudiendo el leve polvo
de capelos y sayales.


jueves, 9 de mayo de 2013

A Buen Juez Mejor Testigo


Tradición de Toledo


       I
Entre pardos nubarrones
pasando la blanca luna ,
con resplandor fugitivo,
la baja tierra no alumbra
La brisa con frescas alas
juguetona no murmura,
y la veletas no giran
entre la cruz y la cúpula.
Tal vez un pálido rayo
la opaca atmósfera cruza ,
y en unas y otras las sombras
confundidas se dibujan .
Las almenas de las torres
un momento se columbran,
como lanzas de soldados
apostados en altura .
Reverberan los cristales
la trémula llama turbia
y un instante entre las rocas
riela la fuente oculta.
Los álamos de la Vega
parecen en la espesura
de fantasmas apiñados
medrosa y gigante turba ;
y alguna vez desprendida
gotea pesada lluvia
que no despierta a quien duerme,
ni a quien medita importuna.
Yace Toledo en el sueño
entre las sombras confusa,
y el Tajo a sus pies pasando
con pardas ondas lo arrulla .
El monótono murmullo
sonar perdido se escucha,
cual si por las hondas calles
hirviera del mar la espuma.
¡Que dulce es dormir en calma
cuando a lo lejos susurran ,
los álamos que se mecen
las aguas que se derrumban !
Se sueñan bellos fantasmas
que el sueño del triste endulzan,
y en tanto que sueña el triste ,
no le aqueja su amargura.
Tan en calma y tan sombría
como la noche que enluta
la esquina en que desemboca
una callejuela oculta ,
se ve de un hombre que guarda
la vigilante figura ,
y tan a la sombra vela
que entre las sombras se ofusca .
Frente por frente a sus ojos
un balcón a poca altura
deja escapar por los vidrios
la luz que dentro le alumbra
mas ni el claro aposento,
ni en la callejuela oscura
el silencio de la noche
rumor sospechoso turba
.Paso así tan largo el tiempo ,
que pudiera haberse duda
de si es hombre,o solamente
metida ilusión nocturna ;
pero es hombre,y bien se ve ,
porque con planta segura,
ganando el centro a la calle ,
resuelto y audaz pregunta:
"¡¿Quien va!?",y a corta distancia
el igual compás se escucha
de un caballo que sacude
las sonoras herraduras.
"¡¿Quien va!?", repite y cercana
otra voz robusta
responde un "Hidalgo,¡calle!"
y el paso el bulto apresura ,
"Téngase el hidalgo",el hombre
replica,y a espada empuña.
"Ved mas bien si me haréis calle,
repitieron con mesura ,
que hasta hoy nadie se tuvo
"Ivan de Vargas y Acuña"
"Pase el Acuña y perdone"
dijo el mozo en faz de fuga
pues teniéndose el embozo,
sopla un silbato y se oculta.
Paro el jinete a una puerta ,
y con precaución difusa
salio una niña al balcón
que llama interior alumbra .
"!Mi Padre¡",clamo una voz baja ,
y el viejo en la cerradura
metió la llave pidiendo ,
a sus gentes  que le acudan .
Un negro con ambas bridas,
tomo la cabalgadura ,
cerrose tras la puerta
y quedo la calle muda .
En esto desde el balcón ,
como quien tal acostumbra ,
un mancebo por las rejas
a la calle se asegura .
Asió el brazo al que apostando
hizo cara a Ivan de Acuña,
y huyeron en el embozo
velando la catadura

viernes, 8 de marzo de 2013

Hombre Solitario Mitología

En un principio dice el mito de la creación de los Mandan norteamericanos , la tierra estaba cubierta de agua , y reinaba la oscuridad .Primer Creador y Hombre Solitario, cuando caminaban sobre el agua , vieron una polla de agua y le preguntaron que comía , y ella les llevo un grano de arena .Primer Creador y Hombre Solitario cogieron la arena y a partir de ella crearon la tierra .
Primer Creador hizo los cerros y los animales que allí vivían y pensaba que su propia creación era la mejor , pero acordaban que seria el tiempo el que decidiera .
Luego Hombre Solitario creo la humanidad y decidió vivir con ellos para protegerlos y guiarlos . por eso se convirtió en una Mazorca de Maíz .
Una Joven Mandan se la comió y se convirtió en su madre .Hombre Solitario creció puro y bueno y viajaba en una canoa mágica con 12 hombres , realizando milagros .Cuando fue tiempo de que partiera , le dijo a su pueblo que dispusieran de un tronco de cedro pintado de rojo en el centro de la aldea , y que quemasen incienso y le ofrecieren sacrificios .
Dijo "Este Cedro es mi niño que dejo con vosotros para que os proteja de todo mal". Les dijo que construyeran , como protección un parapeto alrededor del cedro : si el agua se volvía a elevar, no habría de subir mas arriba del primer anillo y luego volvería a bajar
LA DANZA DEL BISONTE
Durante el Okipa , ocho danzantes vestidos con pieles de bisonte bailan en el exterior de la cabaña de la medicina.Con ello conseguirán que el año venidero estos animales fueran abundantes .
George Catlin (1794-1872) representa a los indios Mandan que vivían a orillas del Misuri, realizando una parte de la ceremonia anual Okipa .Celebrada la bajada de las aguas tras la inundación sobre el mito del diluvio ; Hombre Solitario fue el unico sobreviviente, tocando tierra con su gran canoa sobre la montaña del oeste , donde aun vive .
Si no se realizaba la ceremonia , los Mandan creían que las aguas subirían de nuevo para dormir una vez mas a la humanidad

lunes, 7 de enero de 2013

Significados de la piel de Oso Polar Chukchi

Bosque Interminable
Al otro lado del Mar, los Chukchi dicen que hay un bosque interminable Los espíritus de ese bosque vienen a comerciar con los humanos , pero su presencia solo les indica mediante las pieles de zorro o de castor que llevan son meras sombras. Les gusta que las pieles se las paguen en tabaco.
La joven que se casa con una ballena
Una joven de los Chukchi se caso con una ballena que se la llevo lejos de casa : Su hermano la siguió , y la convenció de que le cantara a su marido hasta que se durmiera , y se la llevo de vuelta a casa .La ballena los siguió pero al llegar a la orilla , los hombres la matan con lanzas .Sin embargo la esposa dio a luz un ballenato .Primero lo guardo en un cuenco de agua , luego en un lago y finalmente lo libero en el mar .Allí conducían a otras ballenas para que los humanos las matasen hasta que un extranjero la mato
Doncella Gaviota
un muchacho de los Chukchi se apodero de las ropas dejadas en la orilla por una doncella -gaviota que se estaba bañando y se caso con ella .Tuvieron dos hijos pero la esposa gaviota anhelaba la libertad del aire .Al pasar por una bandada de gaviotas, se arrancaron plumas de las alas y se las colocaron a la esposa y a sus hijos y huyeron .Pero el marido viajo hasta el país de las aves y logro recuperar a su esposa .La ungió con sangre de reno (el rito mas importante de la boda de los Chuchi) y dejo de ser un pájaro para convertirse en una humana .
Arquero
Los Chukchi dicen que el cinturón de Orion es la espalda encorvada del arquero .Rute'nmin. se le encorvo después de que su mujer le pegara .
Cuervo
 El Cuervo es considerado por los Chukchi , los Inuit y los Koryak como el creador de toda la vida y el que trae a la luz al mundo .
La Esposa del Sol
Una mujer Chukchi se caso con el sol, pero un escarabajo negro la convenció que intercambiara su ropa.El sol pensó que el escarabajo era su mujer  y se la llevo a la casa . La mujer autentica dio a luz a un hijo , que busco a su padre .Luego el sol mato al escarabajo y volvió a tomar a su verdadera esposa . Cuando añoraba su casa , el extendía un rayo de sol hasta la tierra para que pudiera descender y visitar a sus padres .Los Inuit piensan que el sol es femenino, según un mito muy extendido , fue violada por su hermano la luna .
El Cuervo que crea el mundo
Un mito Chukchi cuenta como el cuervo hizo la tierra a partir de sus excrementos y las aguas a partir de sus orines .Corto en trozo a los arboles y a partir de ellos creo a los animales de la tierra y del mar .
Sedna 
A Sedna entre los Inut, señora de la bestias marinas , se la representa con un pelo enmarañado, con dos de sus hijos -cachorros .El señor de los animales de la tierra es Igaluk , el hombre de la luna .
La esposa de la Luna
A la esposa de la Luna se la representa con la mitad de la cara negra , de hollín .Hay muchas versiones del relato .Para los Chukchi , la Luna la rescata de un esposo que la maltrata; según otra versión , fue abandonada para que se muriera de hambre .Al arrastrarse en busca de comida , llego a la casa de la Luna , y se caso con el .Cuando ella transgredió uno de los tabúes , fue mandada de vuelta a la tierra .
Foca Cazadora 
Había dos primos Chukchi que vivían junto al mar .Cuando uno de ellos perdió su capacidad de cazar , el otro lo abandono en una isla para que muriera .Al tercer día , una voz le dijo que no se diera por vencido .Luego vio a una ballena varada en la orilla , comida suficiente para un año .Un año mas tarde , el perverso primo volvió , , gritando ¡¿Primo donde estas!? , pero no recibió respuesta .Al ver los huesos de la ballena el malvado primo salio de su canoa para mirar .Entonces el otro primo salto a la canoa y salio remando .Cuando un año después , volvió y vio el esqueleto de su primo le dio una patada a la calavera y dijo
"has tenido lo que tu merecías".
Espíritu de la Orilla 
Los awas son pequeños espíritus femeninos que viven a la orilla del mar . Llevan una capucha en forma de piel con forma apuntada y son inteligentes y alegres serviciales con los hombres . No sobrepasan la longitud del brazo de un hombre .


Cosmos Artico

La piel de foca fue pintada en el siglo XIX y se piensa que es obra de los Cukchi del Ártico esta seria una etnia Lourovetlana.
En esta representacion del cosmos Ártico incluyen grupos con los que los Cukchi comparten afinidades físicas culturales y lingüísticas, los Koryak de Siberia y los Inuit a quienes l Estrecho de Bering se los llama con mayor propiedad Yup'ik.
El Iglu para los Inuit la representacion construyendo un Iglu con bloque de hielo es una forma de identificarlos .En el mito que los Inuit viajaron alrededor del mundo , la tierra es redonda como un iglu . Sus vecinos los Chukchi viven en tiendas .
Sedna diosa del mar de los inut
Sedna era una muchacha Inuit que había provocado la ira de su padre al rechazar a todos sus pretendientes humanos , se caso con un perro y alumbro a varios cachorros .
Horrorizado su padre la lanzo al mar y le corto los dedos cuando intento de nuevo subirse a la barca .Sedna se hundió hasta el fondo del mar hasta convertirse en un poderoso espíritu y sus dedos cortados fueron las primeras focas.Como señora de los mares, Sedna es importantísima para la supervivencia humana .Sin embargo los malos tratos recibidos por su padre le han hecho caprichosa y si no es aplacada en forma constante , encierra a los animales marinos y a la humanidad para que se muera de hambre .Cuando esto sucede el Chaman ha de hacer el terrorífico viaje hasta su casa , enfrentando sea los terribles guardianes e implorar cara a cara , a Sedna porque todos los pecados de la humanidad caen en el océano y se acumulan en su pelo en forma de grasa y suciedad .
El Chaman ha de limpiar los cabellos de Sedna y hacerle dos gruesas trenzas , porque al no tener dedos , no se puede lavar ella misma .
Luego la diosa , en agradecimiento , libra a los animales y a la humanidad para volver a comer .

miércoles, 2 de enero de 2013

Mitos del Circulo Polar Artico


El riguroso clima del Ártico ha forjado una mitología violenta , en la que los personajes fundamentales como Sedna , son amantes de las bestias marinas , es protagonistas de una violencia primitiva .
En la pintura de piel de foca se ha representado el mundo inquietante en la que los espíritus y humanos comparten el mismo aire y existe la conciencia constante y amenazadora de que cualquier criatura se pude transformar en otra .
Para lograr representar al mundo en una piel de foca, se aúna una idea de confinamiento , con su contraria que es la idea de espacio y libertada infinita .
Esa misma contradicción es la que aparece en el extendido mito de los Inuit , de dos parejas que parten a conocer el mundo .
Toman sus trineos  salen en direcciones opuestas , viajando a travez del hielo durante varios años . 

Se van haciendo viejo en el camino , y vuelven tras completar una vuelta , al mismo lugar en que partieron .
¡"Que grande es el mundo"! , dijo el primer hombre .¡"Mas grande de lo que pensábamos ! , dijo el segundo, tras la cual murieron . 

Sedna: La Leyenda de los Inuit